El streaming dinámico, también conocido como adaptativo o Smooth Streaming, es una técnica que permite codificar el vídeo original en varias calidades, y ‘servirle’ al cliente final aquella que mejor se ajuste a su velocidad de conexión a internet. El servidor de streaming se conecta con el player de vídeo lee de forma dinámica (durante todo el tiempo del visionado) las condiciones de velocidad del cliente y adecua automáticamente la calidad hacia abajo o hacia arriba para optimizar la experiencia de visualización y para asegurarse de que incluso aquellos usuarios con conexión muy baja (por ejemplo equipos móviles con 3G en zonas de poca cobertura) puedan reproducir correctamente la señal.